martes, 17 de noviembre de 2009

Cuestiones de piel

El verano cada vez esta mas cerca, y cada vez que eso ocurre, veo el rostro de alarma de la gente. Cuando en sus caras se ve la necesidad de recurrir al sol para no avergonzarse de su color, comprendo que tenemos una fijación enfermiza con la piel. Empezando porque utilizamos la de los animales como abrigo, para decorar paredes y pisos, y hasta en la comida. No nos interesa extinguir razas o destruir el ecosistema mientras veamos saciados nuestros impulsos.
Es extraño porque tampoco aceptamos el color de nuestra propia piel. Cuando la piel es muy blanca, quieren oscurecerse; cuando es muy oscura, quieren ser mas blancos. No sabemos realmente lo que queremos y es por eso que buscamos el modo mas oscuro y ridículo de sentirnos bien con nosotros mismos. Cuando eso sucede, nos asoleamos para vernos mejor, para llamar la atención o para que otros nos miren con mejores ojos.
Existe un problema que no podemos combatir: destruimos nuestra única envoltura para aparentar ante los demás un poco de belleza o para engañar a nuestros ojos con nuestro nuevo y fugaz color. Nos importa más que nos digan "que lindo bronceado" que en proteger nuestra piel como deberíamos, sabiendo que si seguimos así, en el futuro las nuevas arrugas, las manchas y los cirujanos serán situación interdiaria.
La piel es nuestra máscara y nuestra envoltura. Es la que hace que nuestros órganos vitales sigan unidos. La que nos muestra el camino de la vejez. La que esta en contacto directo con nuestro alrededor y también es nuestra bandera de presentación ante los demás.
Tiene la infinita virtud de permitirnos sentir el delicioso tacto, a tal grado que es capaz de erizarse y exitarnos con tan solo un roce o un beso; pero aún así no la apreciamos, y sigue interesandonos más el que dirán, a nuestra salud.
La mujer utiliza cosméticos para verse más bella. Pero la mujer más bella es aquella que no necesita de artilugios para verse así. Con la piel ocurre algo muy parecido. Una mujer bronceada es un deleite visual y exótico, pero una mujer sin broncearse también lo es, todo depende del estilo con que lleve su blancura y de la belleza que irradie por sentirse bien así, sin necesidad de artilugios.
Entonces me pregunto, ahora que se acerca el verano y casí no hay capa de ozono que nos proteja. ¿Seguiremos teniendo esa fijación enfermiza con la piel? Me lo intentaré responder cuando camine por la playa y vea recostadas junto al mar a la infinita cantidad de mujeres en sus minusculos bikinis, compitiendo por tener un perfecto bronceado y aparentar belleza por unos días, para seguir haciendo que su piel siga perdiendo la juventud que añorarán, sobretodo cuando la vejez las sacuda antes de lo que la esperaban.

lunes, 9 de noviembre de 2009

¿Qué es malo?

Adriana tiene dos años, jamás la escuche decir una palabra completa y por primera vez me gritó con el ceño fruncido, los ojos deshorbitados y mostrandome sus pequeños dientes de leche: !MALO!. Yo me reí de inmediato por el modo tan viceral en que lo dijo y la expresión de odio y enojo en su rostro.
Ella no sabía el motivo por el cual lo decía, pero parecía como si conociera completamente su significado.
Tal vez escucho decir esa palabra a sus padres o a algún familiar, y ante la reacción inesperada que causó, decidió repetirla a ver si ella también podría lograrla.
¿Cómo una niña de esa edad puede saber el significado de maldad si no la ha vivido? ¿Nacemos conociendo la noción de maldad o la aprendemos cuando el odio irracional nos invade?
A la mañana, luego de pensarlo hasta en sueños para encontrar una solución, me di cuenta que lo que para unos era malo, para otros no lo era. La forma de entender la maldad es subjetiva; cada uno tiene su propia forma de entender lo malo y lo aplica en su vida por puro instinto, sin darse cuenta.
Nacemos con lo que nos enseñan. Si nuestra familia es chismosa, para nosotros el chisme no será malo. Si nos han enseñado a comer con la mano, comer con cubiertos será lo que esta mal. Repudiamos al chismoso si odiamos los chismes, pero cuando ese chisme nos beneficia, olvidamos el odio y somos felices con lo que nos cuentan. !Qué extraño es ese sentir de ambivalencia del ser humano!
En todo a nuestro alrededor existe cierto grado de maldad, pero todo depende de los ojos con los que se mire esa maldad. El capitalista que cree que el comunista es malo porque la idea de igualdad es utópica. El comunista cree que el capitalismo es malo porque deshumaniza al hombre y le pone precio a todo. Así también ocurre con la religión, el sexo, los celos, el machismo y el feminismo. Es decir, cualquier forma de pensar distinta a la que nos enseñaron o que aprendimos y nos disguste, sera la mala. Sobetodo si no aprendemos a entender las diferentes formas de pensar.
Es clara la rigidez de pensamiento que tienen muchos y que no les permite ni deja comprender lo que las personas piensan. Dicen eso esta mal, sin siquiera preguntarse el porque. Podría ser porque a las personas solo les gusta juzgar, o tal vez simplemente sea que muchas personas aún siguen teniendo la misma edad mental de la pequeña Adriana.