lunes, 29 de septiembre de 2008

Mi encuentro con un Inca.

Hace algún tiempo partí al norte en una travesía de 6 horas a la ciudad de Trujillo de vacaciones. Caminaba feliz por sus calles mientras el apacible sol con sus largos dedos me tocaba la piel como pidiendo permiso para recostarse. Como no tenía preocupaciones en ese momento, todos mis pensamientos iban hilados hacia un gran tema: ¿Por qué esta ciudad se llama así? Indagando a los transeúntes que tropezaba en la calle, me comentaron que el nombre que llevaba la ciudad era porque así se llamaba la ciudad donde había nacido el conquistador Francisco Pizarro. Algún tipo de extraña rabia me invadió y como a veces pasa se convirtió en risa y a su vez empezó a invadirme. La sola idea de escuchar la palabra conquistador hizo que me divirtiera, siempre pensé que mas que conquistador, aquel personaje que llego a dividir, enajenar e implantar, debería de tener el titulo de oportunista. Al final mitigue mi dolor convertido en risa pensando en la belleza que tendría aquel lugar donde nació aquel funesto personaje.
Paso el tiempo y con la idea fija de conocer el paraíso donde nació Pizarro llegue a España. Tome un auto y de inmediato fui a visitar Trujillo. Al llegar a la plaza y ver una pileta de aguas marrones y una estatua de bronce a la cual no se le podía ver el rostro porque un gran casco se lo tapaba, me desilusione tanto que no hice mas que volver a reír.
Aún no había visitado la casa donde nació y ya imaginaba el lugar a donde iba, una morada de criadores de puercos de 1500. A la entrada de la casa una señora que fungía de portera, muy servicial procedió a cobrarnos por los boletos de ingreso. En estos se encontraba dibujada una parte de los Comentarios Reales del Inca Gracilazo de la Vega. Al verlo se esbozo una sonrisa verdadera en mi rostro, se reconocía fuera de mi país la importancia de este personaje histórico, el regocijo interior fue tan grande como el que siente un exiliado cuando escucha su himno nacional fuera de la patria. Justo cuando iba a entrar y ante la cara de espanto de la portera al no saber quien era el que había hecho dichas inscripciones, solo pude sentarme y ponerme a pensar. ¿Estaba en la entrada pero porque pasaría? ¿De que sirvió que alguien haya logrado llegar hasta allá en búsqueda de la verdad y solo encontrar desilusión?. Me levanté nuevamente e instruí sobre aquel personaje a la señora. Lo agradeció y me pidió que entrara a ver el lugar. Me negué rotundamente y regresé a la pileta sucia de la Plaza de Armas de Trujillo.
Solo allí y lejos de mi patria, realmente me di cuenta de la necesidad de nuestro país de proteger a sus verdaderos héroes, que no son aquellos que murieron por salvarnos en las guerras que perdimos, sino aquellos que dejaron una huella tan marcada en una historia que no debemos olvidar.
Ese día entendí que en todos lados existen personas sin educación ni principios y que en vez de decirle Conquistador a un criador de cerdos, deberíamos de acrecentar el valor de nuestros verdaderos héroes para olvidar nuestro pasado esquivo y construir un futuro mejor aceptando las verdades de nuestra nación mestiza e ilimitada, como el Inca mestizo que me lo enseño aquel día.

viernes, 26 de septiembre de 2008

El silencio de la manzana

Ella era silenciosa y pasiva, labios brillantes y carnosos adornaban su mirada pensativa que no decía nada mas que dame un abrazo tierno y un beso que una nuestros labios y dure toda la vida. Su manera tan parca de entregar verdad por miedo a la burla había hecho de su confianza un mero títere de su cerebro brillante.
Esto no lo apreciaban los demás, pensaban que era mejor verla caminar majestuosa a conversarle, preferían simplemente agasajarse con su presencia a aguantar su silencio. Eso lo percibía, sabia que ella no estaba interesada en ser escuchada pero si tenia la necesidad de escuchar. Un día, luego verla en una fiesta, a lo lejos junto a un grupo de conocidos en común, entre copa y copa, el silencio hizo que lográramos juntarnos en el destino esquivo en esos momentos de eternidad. Jamás creí que quisiera acompañarme y dejar ese lugar rodeado de gente como ella, majestuosa e intrigante, pero sucedió.
Estaba allí sin saber como, conmigo alguien sin futuro y que solo tenia la virtud de decirle la verdad. Tal vez por eso había escapado junto a mi, fuera de aquel lugar idílico para ella e incomodo para mi. Estaba embelesado y confiado, porque creía realmente en lo que su mirada entregaba y porque presentía que necesitaba decirme algo especial. Esto hacia que los límites de la ilusión desaparecieran ante mis ojos, era una diosa de carne y hueso solo para mí.
Caminamos en la calle muy juntos sin decirnos una palabra, entramos al primer bar que pudimos trastabillando y escapando de la lluvia que asomaba. Las copas fluían sin descanso, la miraba con paciencia y con ello aprendí a descansar del miedo y dejarme llevar por la seguridad que me brindaba. Todos en el lugar nos observaban y ella lo sabia, por la forma como tomaba, parecía que no quería que lo dejaran de hacer.
Tomaba mirándome y no decía palabra alguna, mientras me esforzaba por llenar el incomodo silencio que nos rodeaba parloteando de cualquier tema que se me ocurriera, ella paseaba su dedo en círculos moviendo los hielos de su whisky doble. Luego de unos vasos volvió a mirarme, sus ojos habían cambiado, y cuando al fin decidió hablar, de su boca salieron palabras llenas de odio y resentimiento. El impacto me dejo impresionado, su carácter era el de un dictador que tiene el mundo a sus pies, su demonio interno se veía a través de sus ojos, el alcohol recorriendo su cuerpo y se mostrándose por medio de palabras voraces e irrepetibles.
Estaba sorprendido y asustado, hace solo un momento me encontraba en la gloria y ahora no sabía como escapar de ese demonio enfurecido al que tenía que cuidar. Era un sueño vuelto pesadilla y no tenia la menor idea de que hacer, la paciencia se me agotaba y la vergüenza convertida en sangre iba brotando y pintando de rojo mi rostro.
Pude soportar unos momentos su forma mas detestable, mientras le preguntaba con voz temblorosa ¿Porque no nos vamos de aquí? Ella no contestaba, solo seguía gritando ebria en golpeando la mesa. Al recordar el principio de la noche, me di cuenta que sobria era un ángel y ebria un vendaval insoportable, así que decidí intentarla hacer vomitar, necesitaba volver a ver su lado angelical, era el único motivo por el que seguía allí aguantándola.
Cuando la tome del brazo para hacerlo, abrió los ojos y me miro con más locura aun, empezó a tirar vasos y a decir que era la reina del mundo.
Solo pude levantarme de la silla, tomarla de los hombros y arrastrarla al baño para gritar con todas mis fuerzas "Vomita carajo", mientras ella seguía forcejeando y maldiciendo.
En ese momento entendi el silencio de la manzana, que cuando esta podrida, ni aunque brille con un color sobrenatural y parezca perfecta o distinta por fuera es capaz de convencernos que es la mejor manzana, porque una vez que la vemos por dentro esta inservible y podrida; y el tiempo la seguirá empeorando.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Mirando de Lado

Cuando cumplió los 18 años, regreso a su tierra, luego de haber estado en ciudades lejanas e inhóspitas. Este viaje le abrió los ojos como nunca pensó, porque disfruto de la soledad y junto al silencio comprendió al amor en todas sus facetas. Pero tuvo que regresar y encontró que el retorno a la ciudad había llenado de monotonía su vida, no podía partir nuevamente, así que tuvo que idear alguna salida que le permitiera escapar de la redundancia. Como una luz radiante que entra por la ventana de mañana para acabar con el sueño, una idea resplandeció dentro de su mente y le ayudo a salir de la repetición, hacer bioensayos para tratar de escapar de la reiteración de situaciones diarias que le disgustaban y hacían que deteste haber aprendido tanto del amor solo por regresar a la rutina y la común coexistencia. Estos consistían en hacer cosas ilógicas o que pocas veces se hacen para conseguir entender realmente al tiempo, el modo en que no nos damos cuenta de como lo perdemos y el punto de partida de la impaciencia.
El primer bioensayo constó en lograr aguantar con suma tranquilidad una misa de 2 horas y escucharla pacientemente. Fue difícil pasar esta prueba con la voz pausada del cura y la incomodida de las bancas del local, pero lo logró. Ese día entendió que alguien se había dado cuenta hace mucho, que el verdadero modo de llegar al poder era embaucando a los otros para pertenecer o creer que las religiones son el único modo de salvarnos.
Luego continuaron sucesivos intentos por conseguir el ansiado motivo para escapar de la regularidad. Entre ellos estuvo subir a autobuses sin rumbo establecido. Solo tomarlos y recorrer la ciudad hasta parar en un punto al azar; cabalgar la ciudad sin destino predeterminado hizo que comprendiera que aun habían modos de ver nuevos rostros, nuevas angustias y sobre todo que supiera que su carga no era tan propia sino de todos aquellos desconocidos que subían y bajaban del colectivo con el pesar de saber que seguirían haciéndolo hasta que encontrasen la idea feliz que les diese un cambio a su reincidencia, para poder escapar de las miradas tristes que da la monotonía de repetir lo mismo todos los días. Así, siguió intentando, y cambio los buses por caminatas, las misas por manifestaciones, los políticos por mendigos y la tristeza por esperanza.
Logró comprender que era necesario conseguir algún modo de juntar todo aquello que lo había obligado a cambiar; para al fin lograr el bioensayo que le quitase el peso o la obligación de tener que escapar de la redundancia. Luego de pasar por millones de nuevas experiencias, encontró el medio para escapar de una realidad que le enseñaron, esto consistía en mirar de lado para confundir la forma en la que observaba y extraviar dentro de ese universo inusual su aprendizaje. Donde antes estaba todo horizontal ahora estaba vertical y viceversa.
Para el, tan solo unos cuantos minutos al día bastaban, para des atosigarse del estrés y encarar con una sonrisa la vida. Haber encontrado la felicidad y salir de la regularidad de un modo tan simple es un privilegio único e inconcebible, una perfecta bendición.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Nadie nos escucha

Mueven la cabeza como diciendo, te entiendo, pero en realidad miran un punto en el vacio demostrando el poco interés que tienen por escuchar nuestros mas íntimos problemas; mientras siguen asintiendo con la cabeza. La mayoría de personas vive en su mundo y lo demuestra en su interactuar diario. Tan solo utilizan el conocimiento que han adquirido sobre nosotros para conseguir lo que necesitan y aprovecharlo en su beneficio.
Casi todo es así, pocas personas son puras de pensamiento y serviciales por naturaleza; muchas al darse cuenta que su comportamiento desinteresado era aprovechado por otros, dejaron de interactuar como usualmente lo solían hacer y comenzaron a vivir su vida alejados de aquellos que solo mostraban interés por si mismas.
Lamentablemente estamos solos y a pesar que nos rodeamos de familia, amigos, amores, amantes y conocidos no logramos comprender porque algunos nos cohibimos en un mundo paralelo en el cual intentamos evadir a la gente que nos rodea, no podemos dar todo hasta estar seguros que no saldremos lastimados y por cuidarnos, algunas veces perdemos de vista el verdadero fin por el que la sensibilidad se convirtió en nuestra bandera, aprender. Buscamos que nos entiendan y a la vez, aprender de todo lo que nos rodea; para ello necesitamos crear cierto grado de empatía con el entorno y así recopilar la mayor cantidad de conocimiento que nuestra percepción y ganas de darnos cuenta de lo que nos rodea, nos demuestren.
Sin duda expandir el miedo es mucho mas fácil que hacer lo mismo con la alegría o la felicidad, guardar un poco de lo que sabemos y absorbemos de nuestro entorno hace que perdamos millones de oportunidades, pero también logra situarnos en un peldaño privilegiado para aprender a elegir quien es la persona que estara a nuestro lado en el futuro venidero.
Millones de sonrisas recorrerán nuestros ojos, miles de atardeceres nos harán recordar el pasado triste junto a nuestros millones de recuerdos nostálgicos, tal vez algún día encontremos a la persona indicada para dejar el mundo de lado, así podremos reconocer quien verdaderamente esta dispuesto a compartir una amistad y la carga con la que nos marca el vivir; y no a usarnos tan solo como bestias de carga para sus caídas, problemas y vicisitudes de momento.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Malas Costumbres

Somos tan idiotas que nos acostumbramos a disfrutar de tonterías para matar el tiempo en vez de hacer cosas que realmente creen buenas costumbres en nosotros. Fumar cigarros, desperdiciar el día pegado al televisor, comer por gula, caminar desgarbados, no curarnos una dolencia por flojera, estar con alguien por no quedarnos solos y vivir preguntándonos como salir de la tristeza sin buscar el modo de cambiarlo; son algunas formas de darnos cuenta que solo somos capaces de tomar lo primero que nos cae en las manos en vez de buscar mas y mejores salidas.
Deberíamos de empezar a dejar las malas y antiguas costumbres e intentar nuevas para poder desarrollar un modo de mejorarlas y traer una distinta perspectiva a la vida. Si sabemos como hacer para que una cosa nos salga mejor, deberíamos tratar de conversar con nuestra conciencia y castigarnos internamente hasta que ello se vuelva una costumbre, para así lograr vencer a nuestra estupidez que siempre logra escoger la peor idea y hacer de ella un ritual habitual.
Es difícil reeducarnos en ciertos aspectos, porque estamos acostumbrados a la vida fácil, a que lo único importante en ella sea el dinero, buscar como llegar a el y encontrar a quien amar; porque no nos queremos y seguimos mintiéndonos sin poder abrir los ojos para conocernos.
Las malas costumbres nacen de empezar a hacer algo que nos convence momentáneamente pero lo hacemos porque queremos salir del aburrimiento o porque sentimos de algún modo que nos da felicidad, aunque esta sea pasajera y muy dentro de nosotros lo sepamos, seguimos haciéndolas por miedo a perder lo que tenemos.
¿Alguien nos ayudaría a luchar por cambiar cada vez que una idea se vuelve una mala costumbre? Nadie, solo nosotros mismos, por eso tal vez es mejor seguir viajando por los laberintos mentales que parecen no tener salida y encontrar la verdad en donde todos somos felices cuando algo se vuelve repetitivo, la búsqueda del cambio.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Todos los nombres

Pongamos que me llamo Andrés, y creo que la vida es un juego, las cartas predominan en mí accionar y mi móvil es ilustrar a los demás de la mayor habilidad de la que fui dotado, hacer dinero peleando con el azar.
Pongamos que me llamo Laura, y soy una colegiala de mirada tierna y de falda corta que solo aprendo lo que me enseñan, jamás buscaré respuestas ni investigaré porque ya esta todo dicho y descubierto. Creo en lo que las monjas dicen acerca de la castidad y de como protegerme de mis ganas de ser poseída, por eso tengo la necesidad de aprender a mentir.
Pongamos que me llamo Mesa, y solo me utilizan como apoyo o superficie de trabajo, mis funciones son básicas pero aun así alguna que otra vez puedo jactarme de tener emociones fuertes.
Pongamos que me llamo Fido, y soy un perro que solo sabe buscar y dar cariño todas las horas que me mantengo despierto, orino donde me da la gana y tengo comida porque aun hay personas que comprenden como he perdido mi orgullo por verlas felices.
Pongamos que me llamo Jabón, y me acostumbro a los cuerpos fácilmente, mis deseos diarios radican en recorrer lugares que antes no recorrí, que me lleven por caminos que no pensaba que existían y si es posible, conocer sin haberlo imaginado la mayor cantidad de cuerpos que pueda, antes de desaparecer con la ayuda de mi otra compañera además de la piel, el agua.
Pongamos que me llamo Muerte, y soy la más temida porque las personas no saben que hay después de mi, porque los arranco de la felicidad o tristeza en la que viven para mostrarles algo nuevo e incomprensible, soy como el Futuro pero también estoy en el presente.
Cada cosa, persona, animal u objeto tiene un nombre por algún motivo, preguntarse quien, cuando y donde fueron creados es algo mucho mas profundo, el nombre es lo primero. Indagar al igual que Platón si estos provienen del mundo de las ideas donde todo esta predeterminado no es importante, intentar comprender a la persona que utilizo un nombre para dárselo a algo o alguien es lo que prima, pero aun mas importa encontrar nuestro verdadero nombre, nuestro propio significado. Espero algún día comprender realmente como me llamo, mirarme al espejo y reconocer quien soy, algún día sabré mi nombre y no dejaré de buscarlo aunque cuando lo encuentre; posiblemente demore toda la eternidad para lograr pronunciarlo.