domingo, 27 de enero de 2008

Presentación y Aclaración


La inseguridad que todos tenemos como pauta de vida hace que me pregunte por ti y busque y encuentre conclusiones donde no las existen. El tiempo ridículo intento interceptar mi forma de presentarme y así lograr explicar el porque de la necesidad de conocerme para lograrlo, pero tal vez nunca me conocerás ni yo tampoco y siempre seguirás queriendo explicarte quien expele palabras in entendibles bajo las yemas de sus dedos, así sepas que soy yo y así yo no lo sepa.

Es simple saberlo, por momentos reconosco que soy un seguidor de ultratumba, un sínico archiconocido, soy una nube ploma, se que el temblar de las hojas al viento me impacienta y reconozco que no puedo ser un ejemplo porque aun no he terminado de vivir y el vivir aun no me termina. Pero entre tantas palabas e ideas siempre existe una duda que no termina de disuadirme de la dificultad para entender que aun no puedo hacerte entenderme. Esta duda es el comienzo de un vendaval, es el lugar donde empieza un ciclón y esta fusionado con mi diafragma, justo al medio de mi cuerpo es donde el equilibrio se posesiona de mi y no me deja caer para lograr explotar gracias a el, toda idea firme y clara que me de la voluntad.

Hoy soy dueño de todo y a la vez de nada y me permito lograr hacer creer a mi ego que ya no existen dudas para participarme cosas que todos idolatramos y que llevamos escondidas por la poca claridad que nos dan las palabras, por esa verdad de un silencio que necesitamos para sentirnos alguien, por esa verdad paliativa y sincera que da el no saber que alguno por medio de la palabra te miente, aunque queramos seguir pensando que esto no es así, aun así seguiré escribiendo.

Agradezco al que sepa leerme, al que toque sin miedo el atardecer desde tan lejos y a aquel que sin entenderlo completamente lo haga realidad. Pido paciencia al que no la tenga para lograr sucumbir ante mis ideas confusas y mediante ellas llegar a comprender un poco mejor que las palabras van de mano con la sociedad y que la sociedad solo cambiara con el buen uso de estas para hacer entender todos los secretos que están a la vista, pero que permanecen escondidos ante nuestros tontos ojos subjetivos.

“ El sueño es individual por eso debemos de buscar el ensoñar”.

jueves, 24 de enero de 2008

Te invitaré lejos


Descubrí praderas que tus ojos no podrían ver, demasiado lejos en el tiempo y demasiado fuera de lugar. Me enseñaban paisajes imaginarios, sonidos que ni el viento triste podría cantar, sueños que se fueron fundiendo con la realidad y me permitieron así poder notar el camino tortuoso pero feliz de mi aprendizaje.

La vida y sus complicaciones siguen aceptando mis esfuerzos de saber notar el momento exacto donde mi imaginación y lo aprendido me lleven a esa ansiada felicidad, aquella que nos vuelve prisioneros a casi todos del amor, la fe y la vida.

Luego pienso en porque tu mirada no entendió lo mismo que la mía y mi pregunta se repite incesante en el cuenco de mi paladar sin poder salir a flote, es exactamente allí donde me encuentro con la decisión de conversar contigo a través del tiempo que me das, sin ser notorio ni desesperado, aguardo el momento para engatusarte en cierto modo y enseñarte todo lo que aprendí con lo que lograste darme, intentar ser siempre una simple brisa que recorre su camino buscando su propia verdad. Es donde radica la dificultad de encontrar el momento para explicar lo que mis ojos vieron, aunque llevarte a mi mundo siga siendo mi consigna no lo puedo demostrar dándote un beso cada mañana o diciéndote te quiero, sino darte parte de las cosas que me hacen feliz y demostrarte que de vez en cuando mi susurro no es solo una ilusión sino también parte de tu vida.

Aprendizaje extraño el mío, difícil de explicar por momentos todo aquello que me haría inimaginablemente feliz, aunque interesante la vía extraña e imperecedera que nos sigue guiando juntos por este nuestro camino de esperanza. Esperanza milagrosa como suelo llamarle y capaz de darnos ese pequeño momento cíclico donde seguimos entendiendo porque aun soñamos despiertos y sigue mostrándonos los mas fugaces caminos de emoción sincera y de creer que aun podemos llegar mas allá de lo que realmente debería de ser nuestro límite.

Es así que podría decirse que en cierto aspecto ilimitados somos y abarcamos en ese abanico de posibilidades el poder considerar la esperanza el capitulo anterior al milagro, es decir aquella esperanza que nos brinda alas para escapar de pantanos oscuros y poder llegar a nuevas praderas de paisajes imaginarios. La forma como llegue no importa, las ansias son las que guían esta fuerza tan distinta y poderosa, esperar a que vuelva a llegar ese momento milagrosos es lo que no me deja detenerme.
Sigo viéndome en el aire, con las alas extendidas sin miedo ni rencor y buscando encontrar el nuevo camino de dicha infinita, donde vayan conmigo y poderles enseñar los paisajes que espere, demostrarles como son esas praderas extrañas e imposibles de entender luego de tantos escollos creados por el propio vivir. Ahora sobrevuelo la pradera encantado y no hay nada mas que me aleje de ella, que me de ese placer de saber que esperarla me brindo el milagro que soñé.

martes, 22 de enero de 2008

Buscando la realidad


Ninguna respuesta te encuentra, porque miles de miradas te retraen en un universo alterno y muy tuyo, en el cual gracias a ellas la única palabra que te puede dar algo distinto a la que buscas, es tu nombre. Todas las demas son ideas que aprendiste al volverte una maquina de reproducción y no una de imaginación.
Mirándote al espejo por horas, solo vislumbras atardeceres sin sol donde sigues creyendo en paisajes distintos y ensoñares casi sin gracia que se hacen agraciados por lo poco que conoces y lo mucho que los esperas.
Pero luego vuelves al espejo y sigues pensando que eres infinita y que cada pliego de tu piel será eterno con el pasar del tiempo, mas la distancia que ocurre con este solo te da una forma extraña de conocerte llevándote a tu propio eco mental que repite incesantes discursos de dolor y paz que solo puedes entender en un estado idílico, y mas que nada etílico.
Sigues sabiendo que lo que piensas inmortal, no es mas que tu propia algarabía interna brillante y sinuosa creada por tu único motivo de estar feliz, la religión. Ella solo te tendió una trampa de imitación que se hace cada vez mas inmortal con las generaciones.
Continuas repitiendo tus sollozos, viendo ojos extraños donde intentas encontrar la mirada que te guíe por ese camino con alma que tienes desde niña, llamándote desde lejos, repitiendo tu nombre entre ecos que te dicen ama y muere.
Es que no se como aun puedes seguir teniendo ese cuerpo ajeno que cada vez que crees disfrutarlo se vuelve alma, y te recorre miles de veces y repites palabras que ya no quieres escuchar , dudas de tu valiosa paz y la vuelves un alma inconclusa y abusiva que te da tanto como una lágrima perdida en tu eterna inocencia.

sábado, 19 de enero de 2008

Cambios necesarios


Desvanece tu odio si es que puedes darte cuenta a cada paso, de que tus ganas de perder la calma no harán que dejes de pasar noches frías acurrucándote repetidamente en un desquicio entrecruzado de lamentos confusos y llantos internos. La clave sigue siendo tu odio, ese rencor incoloro y taciturno que no se desvanece jamás, que abarca todos tus sentidos no dejándolos escapar a cada movimiento que realizas; aquel que empapa con fugaces ideas tenebrosas cada una de tus salidas y te deja sentado repitiendo una y otra vez ¿por qué?
Es un porque sin gusto, que jamás te llena debido a la poca intención que tienes de llenarte, solo te importa seguir cargándote de impaciencia y juntando mas preguntas sin respuesta; preguntas que te cargan cada vez mas de un recuerdo imborrable, el cual se vuelve casi cíclico, no perdonando jamás tu poca intensión de olvidarlo, al contrario, penetra implacable entre tus sollozos para luego posarse en tus hombros y tenerte atado a ese desvarío inusual que te creo aquel infame hecho o aquella palabra tatuada debajo de tu piel.
Pues que daría yo por tener esa facilidad tuya de atormentarme, de llenarme de tristeza y dolor, de brindarme entero a la pérdida total de mi conciencia y caminar centelleante por las vías del odio y el desvarío. Tu virtud deja de serlo porque aprendes a doler, porque esos avatares van cargándote de sueños traicioneros donde jamás encuentras la forma de despertar.
En cambio, mas pausado ya, me encuentro al otro lado del abismo, sin dolor ni penas que me embriaguen, sin impulsos infinitos que me golpeen el estomago de la rabia, sin ideas nuevas que me hagan tener tu odio a nada. La búsqueda implacable de felicidad solo me trajo la piedad y la ilusión, mas jamás me dio esa virtud de odiar de la cual no puedes escapar, aquella que te empuja lleno de ira al filo del acantilado sin darte respiro un solo día.

jueves, 17 de enero de 2008

Perdiendo a un amigo


Rescate tanto miedo en ti, que tu silencio solo eran palabras culpables causadas por tu misma ilusión, y tus sollozos me daban solo trinos tristes e innecesarios para el momento. Toda la vida camine a tu lado sin miedos ni penumbras alucinógenas que me pudiesen separar de nuestra propia ruta y pensando que tu hombro podría aliviarme esta carga tan pesada e inconciente que me hace despertar por las noches atolondrado y risueño.

El pesar extraño de tu remordimiento me lustro los cascos durante épocas infinitas en las que el tiempo jamás corrió. Ningún recuerdo puede hacerme entender la triste pena de tus ojos, solo los veo antojados de un tipo de llanto que en otro momento me hubiese dado días enteros de intentar sacarte del pozo, pero ahora te veo sin sentir pena, caminando dubitativo en tu conciencia, triste aun por verte sucumbir en un harem de serpientes de ojos azules y sueños perdidos por necedad.

Se que no necesitas que te repita nada, y también se que tu pesar sigue siendo tu tristeza rara e indomable, pero no se que vieron tus ojos en todo este tiempo de caricias nubladas de soledad y la terquedad sinfín de tu parco sentir.

Ahora estoy lustrando mis cascos en el asfalto triste y sin caminos comunes, donde solo al ver que te pierdes en el vacío me sigo repitiendo “sigue intentando”.

martes, 15 de enero de 2008

Los enemigos que no existen


Hoy me desperté aun de madrugada entre golpes que sonaban lejanos y su sonido era como un eco en un túnel infinito acercándose cada vez más. Cuando abrí los ojos cansados aun ante mi soñolienta negación al haber perdido una noche de sueños deliciosos, me asome por la ventana para verificar que era aquello que traía ese sonido espantoso a mis oídos.

No puedo negar que por un momento, antes de llegar a la plenitud de la conciencia estando despierto, jure que podría ser algún tipo de ente imaginario de esos que jamás piensas encontrar pero que sabes muy dentro de ti que algún día enfrentarás cara a cara o los imaginaras al enfrentar la muerte. Son tan desconocidos para nosotros que solo el instinto humano logra alertarnos que es allí, donde un sonido se vuelve miedo, donde esta la muerte.

Cuando note que la sombra que venía trastabillando y casi cayendo era mi perro, sentí esa electricidad extraña que solo aparece cuando se escapaba una vez más a la muerte. Tambaleándose como un ebrio habitual en una navidad solitaria, andaba por el pasadizo sin el mayor aplomo, solo luchaba por demostrar que aun estaba vivo, por querer recompensarse a si mismo diciendo yo puedo seguir, su cuerpo iba ebrio por los arbustos de mi jardín hasta las puertas golpeándolos con toda su humanidad, el intentaba escapar a la muerte tratando estar de pie, siempre para olvidar la realidad por un instante y saber que la muerte lo llevaba.

Empecé a notar que el sonido de sus caídas asemejaba palabras nunca dichas o tal vez pronunciadas alguna vez por un enfermo terminal que no aceptaba que la muerte debe llegarnos a todos. La cabeza golpeaba en la noche cada puerta que se cruzaba en su pausado andar, era como ver una supermodelo luego de la menopausia, intentando recordar “mejores épocas” y ser la mas altiva de todas en su pasarela imaginaria pero no pudiendo serlo porque con los años perdió esa delgadez que la hacia tan deliciosa y el tiempo hizo que su caminar majestuoso ahora linde con la pena y la risa. Sus pasos se entrecruzaban intentando buscar estabilidad y terminaba siempre en algún lugar fuera de su verdadero destino que era el jardín.

El perro solo quería demostrar que a pesar de los años aun podía tener esos modales que un día le enseñaron y que lo hicieron merecedores de los mejores premios y caricias que recibió en su vida. A cada caída respondía una forma de levantarse distinta, cada vez mas cansada y tenue, como diciéndole a la muerte se que estas aquí y que tal vez me lleves pronto pero jamás me quitaras la dignidad que algún día me celebraron y me hizo feliz.

Es así que gracias a mi perro hoy entendí que existen veces que nos aferramos tanto a la vida que no comprendemos que algunas de esas vidas que pasaron a nuestro lado nos hicieron lo que somos, parte de un todo que no llegaremos a entender jamás, solo cuando envejezcamos y queramos demostrar que aun nos queda esa dignidad propia de los seres vivos, esa dignidad que nos dio el paso lento del tiempo y que nos hace pensar en la muerte como nuestra enemiga y no como lo que verdaderamente es algunas veces cuando llegamos a comprenderla: nuestra mejor, única e inseparable compañera.