domingo, 31 de enero de 2010

Memoria Fugaz

Caminaba en la calle apurado sin pensar en nada y una mujer me miró. Sus ojos tenían un brillo especial y como sin querer me decían “a ti te conozco de algún lado”, pero no se atrevió a saludarme. Yo apenas la miré un segundo y seguí caminando raudo, como suelo hacerlo cuando el tiempo se vuelve mi enemigo por el apuro.
Mientras seguía mi camino, recordé aquella mirada rápida que me entrego aquella chica hacia unos minutos. No lograba recordar de donde la conocía, y aún menos el porque me miro de aquella manera, como esperando que le devolviera el saludo y empecemos una larga conversación.
A cada paso que daba, un recuerdo fugaz volvía, como imágenes que vuelven volátiles luego de una borrachera. Cada recuerdo me acercaba mas a esa mirada que por un instante, pareció que me conocía de toda la vida.
Me puse a pensar en quien podría ser aquella chica y mientras lo hacia, recordaba escenas de sueños que pensé había olvidado. Pequeños cortos de historias inconclusas que no sabía si eran realidad o fantasía.
Fue entonces cuando la duda se apoderó de mí y me dejo en silencio. En un silencio interno del que hasta hoy no puedo escapar y que me repite la misma mirada una y otra vez cuando intento olvidarla, como si esa mirada me enseñara porque a veces, cuando me conviene, solo me importa intentar mentirme olvidando.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

yo por desgracia recuerdo toda mi vida...

Gino Cassini dijo...

he alli el dilema o tal vez solo el aprendizaje constante de las caidas tan vividas que seguiras viviendo... como diría un francés ces´t la vie!