Escuche cada emisora una y otra vez. Las escuché tantas veces que tuve que comprar otro control remoto para cambiar el dial. En cada radio se escuchaban todo tipo de canciones, y todas con algo en común, el amor. Salsa, rock, pop, baladas y reggeton; todas al final intentaban decir lo mismo.
Luego de buscar durante casi una hora alguna emisora que pusiera una canción que no fuere tan repetitiva, me di cuenta que sería imposible. Las canciones hablaban de felicidad, de tristeza y de melancolía, pero todas vinculadas con el amor.
¿Por qué todas las canciones hablaban de lo mismo? ¿Por qué casi todos los cantautores o grupos dicen lo mismo?
Es difícil saber las respuestas. La primera conclusión que se me vino a la mente, luego de mi nefasto viaje radial, fue que los seres humanos añoran el amor perfecto. Porque les da la ilusión de felicidad eterna.
La segunda conclusión a la que llegué fue que la mayoría de oyentes no quiere escuchar canciones difíciles que los hagan pensar, sino algo fácil de aprender y entender.
Tuve muchas mas respuestas ese día, pero simplemente preferí no seguir pensando en algo que al final lograría destruir mis nervios. Tuve que aceptar que los músicos son cada vez menos artistas, y que su arte se ha visto consumido por la necesidad de vender. La mayoría solo crea bosquejos de canciones que parecen haber sido hechas en 3 minutos, o esperpentos mentirosos sobre el amor infinito como había escuchado por mi viaje en el dial.
Después solo me quedó apagar la radio. Felizmente no quise seguir con mi extraña forma de esquivar el aburrimiento y la tensión. Es un hecho que si hubiese intentado hacer lo mismo en el AM, probablemente ya no tendría radio.
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