Es casual no saber como empezar pero es causal seguir escribiendo para encontrarlo. Caminar en círculos es un pecado para muchos pero una bendición para aquellos que aun creen en el silencio como premisa. Muchos hablamos porque estamos la mayor cantidad de nuestro tiempo agazapados en nuestras madrigueras pequeñas pero acogedoras. Disfrutar de la fragilidad en nosotros mismos se nos hace imposible pero las madrigueras son capaces de interpretarla y tratarla como suya para hacernos olvidar las penas sagradas que nos persiguen como alguna clase de hedor eterno.
Soy feliz de no complicarme con frases poéticas que nadie entenderá pero es necesario hacerlo. Escribo durante horas y solo notan lo que no hago. Si no lo cuento, muchos pensaran que vivo de antidepresivos y que piensen lo que quieran.
Siempre preferí el descampado a la ciudad, los deportes individuales a los grupales y mi felicidad a la de los demás. Recorro millones de miradas al día para comprender que sigo escribiendo porque no me gustan los limites lógicos, porque sigo escapando de la normalidad para embadurnarme día a día de una magia ilógica, irreverente, utópica y omnipotente que me permite intentar comprender cada mirada de muchas que se me cruzan con el pasar de los días tan solo escribiendo en el papel.
¿Para que escribo si nadie me lee? Para lograr entender, comprender y plasmar cada esquina del pensamiento y llegar al punto de partida que no recordamos, a donde vamos y donde todos somos uno, justo antes de nacer.
Soy feliz de no complicarme con frases poéticas que nadie entenderá pero es necesario hacerlo. Escribo durante horas y solo notan lo que no hago. Si no lo cuento, muchos pensaran que vivo de antidepresivos y que piensen lo que quieran.
Siempre preferí el descampado a la ciudad, los deportes individuales a los grupales y mi felicidad a la de los demás. Recorro millones de miradas al día para comprender que sigo escribiendo porque no me gustan los limites lógicos, porque sigo escapando de la normalidad para embadurnarme día a día de una magia ilógica, irreverente, utópica y omnipotente que me permite intentar comprender cada mirada de muchas que se me cruzan con el pasar de los días tan solo escribiendo en el papel.
¿Para que escribo si nadie me lee? Para lograr entender, comprender y plasmar cada esquina del pensamiento y llegar al punto de partida que no recordamos, a donde vamos y donde todos somos uno, justo antes de nacer.
1 comentario:
Este te salio muy bien...
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