Sin saber que decir porque el impacto de la noticia, el viento gélido y la desolación habían congelado mis palabras, apenas respondí con sonidos inentedibles y atine a colgar. La mente se me nublo de inmediato y mientras intentaba recordar sus ganas de estar vivo, me hundía en la melancolía de saber que no lograría encontrar su sonrisa nuevamente de mi lado. Solo se que me sentí un desalmado porque ninguna lágrima recorrió mi cara a pesar que llevaba un dolor inexplicable y punzante que no me dejaba respirar normalmente entre el ombligo y la pelvis. Recién reaccione de la estupefacción cuando me encontré manejando junto al cortejo fúnebre hacia el cementerio y una larga fila de autos con las luces intermitentes titilando iba delante de mí.
Me situaba detrás de la camioneta que portaba los arreglos florales los cuales iban desprendiéndose y golpeando mi ventana para terminar deshaciéndose luego del impacto. Las lagrimas empezaron a caer de mis ojos como una tempestad en la selva tropical, mientras los pétalos destrozados quedaban revoloteando sin sentido en el aire como bailando una danza singular a su despedida, como aquellas noches donde se jugaba la vida en cada sonrisa que daba.
Estaba atónito al ver como los pequeños capullos de las distintas flores iban esparciéndose entre el viento y la velocidad de los autos, formando un arco iris multicolor frente a mis ojos. No aceptaba ver por el retrovisor a la infinita fila de autos que venían detrás del mío y aun menos fijar la mirada en las luces intermitentes de los mismos que me hacían recordar porque me encontraba allí.
Estaba atónito al ver como los pequeños capullos de las distintas flores iban esparciéndose entre el viento y la velocidad de los autos, formando un arco iris multicolor frente a mis ojos. No aceptaba ver por el retrovisor a la infinita fila de autos que venían detrás del mío y aun menos fijar la mirada en las luces intermitentes de los mismos que me hacían recordar porque me encontraba allí.
Solo quería seguir viajando junto a aquellos pétalos desprendidos y su danza perfecta que me ayudaba a olvidar la tristeza de tener que ir al funeral de un ser especial y a su vez mostrarme que su alegría seguiría danzando eternamente en mi vida y en cada trazo de felicidad que pudiese observar.
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