lunes, 5 de enero de 2009

Mil Amores

Cuando conocí a mi primer amor fue tan efímero que no tuve tiempo de decirle hola.
Cuando encontré al segundo, desapareció tan rápido como llego; pero caló tan profundo que volví a lograr perderme en los ojos de una mujer solo muchos años después de la caida.
Con mi tercer amor fue distinto, navegue perdido junto a ella pensando si en realidad me quería o solo era una ilusión de la necesidad.
Luego crecí y me enamore muchas veces... de un televisor, de una imagen, de unos zapatos viejos, de un flotador para no ahogarme, de una ilusión.
Y regrese a caminar solo y pensar el doble para saber si seria capaz de volverme a entregar de ese modo y de estar dispuesto a sufrir por equivocarme nuevamente al volver a enamorarme.
Por eso ahora salgo a pintar las calles con un nombre que no recuerdo, por eso comencé a soñar con miradas que no había visto y por eso me volví adicto al perfume seductor que dejo cada amor en mi paladar como un tatuaje imperecedero.
Es así que entendí que buscaba el amor para encontrar el total equilibrio, pero también que existen demasiadas personas en el mundo en las cuales aun podemos perdernos; asimismo demasiadas ideas, situaciones y amaneceres que amar para poder encontrar la neutralidad necesaria desde dentro del alma y así entender realmente de que modo encontrar el verdadero amor.

No hay comentarios: