La suerte de algunos al poder recostarse y descansar viene unida a una forma distinta de perspectiva, la cual se motiva con la pureza de carácter y se transforma con miradas y gestos sinceros.
Aun así nadie es capaz de escapar de esas noches duras donde no podemos dormir o despertamos a medianoche sabiendo que no lograremos olvidar tan fácil, una madrugada de penurias tan profundas como la longitud del alma que puede durar lo que la propia vida.
Como me gustaría ser capaz de no dormir por saber que un sueño no es necesario o porque la realidad despierto es la única que necesito para ser feliz, y no tener que lidiar con el insomnio solo por miedo o temor a saber que volverá a salir el alba.
No se si podre dormir y me lo repetiré durante la noche, con cinta adhesiva en los parpados para no ser presa de su oscuridad, mientras espero un nuevo amanecer pensando e intentando olvidar.
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