lunes, 18 de agosto de 2008

Instantes sin poesía

En los momentos de ocio, cuando el destino parece no querer dejarme escapar de la realidad, encuentro instantes donde reconozco que puedo resumir los acontecimientos que me ocurrieron y siento que es un modo distinto de compactar millones de situaciones en solo tres o cuatro palabras en las que juego con emociones y hechos los cuales intento explicar difícilmente sobre un papel.
¿Como lograr explicar una emoción con palabras?
Siempre es posible aunque parezca poco factible lograrlo, porque aun tenemos la suerte de compartir ideas en las cuales somos capaces de meditar, porque aun tenemos la poesía que nos permite explorar conocimientos y sentimientos mediante palabras, las cuales normalmente no logran expresar lo que podrían y solo sirven de antifaces para ocultar la verdad.
No me gustan las fotos porque solo logran plasmar el instante al cual es muy fácil de engañar sonriendo o falseando caras de felicidad para dejar un buen recuerdo de nosotros para la posteridad, el recuerdo de un reflejo plasmado, como las sonrisas forzadas a las que nos obliga una fotografía, la cual termina siendo como decir que estamos mejor que nunca, cuando en realidad morimos por dentro.
Las palabras en versos son más completas, con ellas se puede viajar a través de ese momento, recorrer cada segundo antes y después de aquel instante donde decidimos plasmar nuestros recuerdos. Creo que es imposible tomar con algún mecanismo ese instante poético que permite jugar con los hechos para hacernos rememorar en el tiempo un evento particular, las palabras precisas en el lugar perfecto son el único medio de no olvidar cada acontecimiento desde su inicio a su fin, no solo el segundo de falso éxtasis donde es disparada la foto.
Para que gastar el tiempo posando para millones de fotos si luego solo hará que las odiemos, que cuando seamos mayores recordemos la añorada juventud con nostalgia y nos demos cuenta de todo lo que la vida cambio, de todo lo que envejecimos y lo que el pasado dejo en nuestro recuerdo, la forma como jugamos con nuestra sensualidad se fue y tal vez esos recuerdos solo serán parte de un pasado ilegitimo y que podríamos llegar a aborrecer.
Hace mucho comprendí la importancia de aprender a leer poesía, disfrutar de aquello que te puede brindar su creador, ese hacedor de fantasías que compacto imágenes y sentimientos y fue capaz de lograr versos que suelen descalabrar o regocijar el alma al conocer la pasión que les dio su creador al lograrlos, al entender el todo y no simplemente un mísero instante.
Luchare siempre por ser una poesía, por expandirme en el tiempo y dar el corazón a cada segundo del que se compone mi vida, espero jamás me recuerden como una simple fotografía ni como el instante de supuesta felicidad al que intenta describir, sino que sea algo tan difícil de comprender como un verso triste, imborrable y que trascienda en el tiempo.

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