Si existiese la forma de explicar el odio o el amor seria inútil que sigamos con vida, porque descubriríamos los secretos mas deseados de la existencia. Lo extraño es que conociendo esa dificultad nos deleitamos acercándonos a ello aunque eso sea imposible, y sabiéndolo, seguimos intentando. Lo mismo ocurre con los pura sangres de carrera, la pasión de tratar de comprender la genética, animo y carácter animal para crear al nuevo campeón, aquel penco que logre recorrer la mayor distancia en el menor tiempo posible, al igual que el odio y el amor es inexplicable, pero cuando nos acercamos a comprenderlo logramos conocer ese estado en que la tensión hace nacer la emoción.
El caballo de carrera tiene la bondad de ser un animal para la experimentación, creado con el propósito fundamental de unir razas para desarrollar al ser vivo que mas distancia pueda recorrer en el menor tiempo del planeta. Muchos animales tienen el don de ser veloces pero no por grandes distancias y menos aun cabalgados.
La emoción de reconocer la belleza de un pura sangre de carrera y comprender como el hombre fue capaz de lograr crear tanta perfección por medio del cruce de razas, es tan difícil de entender como el porque de un color o del día y la noche. Nos demostramos que podríamos aprender a mejorar las razas e intentar crear algo que antes no existía y que ahora gracias al hombre, la naturaleza logro reunir para cumplir el destino de todas las razas, colores, religiones, pensamientos y sonidos dentro de un habitad finito como la tierra, mezclarse.
2 comentarios:
Me han dado ganas de ir al hipódromo ¿vamos?
Cuando quieras... solo junta los labios y sopla o mejor aun quedemos de una vez
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